DIABETES EN LA POBLACIÓN INFANTIL

La diabetes es la segunda enfermedad crónica más común en la población pediátrica. Aunque en el pasado se consideraba una enfermedad poco frecuente, hoy en día ha ido en crecimiento a la par con el aumento de la obesidad infantil y los malos hábitos, como el estilo de vida sedentario y una alimentación poco saludable, lo cual ocasiona que la diabetes sea cada vez más diagnosticada en la infancia.

Existen muchos tipos de Diabetes: Diabetes tipo 1, Diabetes tipo 2, MODY (maturity onset diabetes of the young, en español esta es la diabetes que no es ni tipo 1 ni tipo 2 y es heredada genéticamente, hay 8 tipos de MODY), diabetes debido a tratamientos médicos como es la prednisona.  En la diabetes tipo 1, el páncreas no produce la cantidad suficiente de insulina, causando una deficiencia a temprana edad. Por esta razón, el tratamiento principal es el reemplazo de esta hormona mediante inyecciones cada vez que el niño va a ingerir alimentos. Aunque la Diabetes tipo 1 es la que más frecuentemente diagnosticada, al presente, también tenemos un aumento en los casos de tipos 2 en los niños. Este tipo de diabetes es debido a los hábitos poco saludables de la población, lo que causa una resistencia a la acción de la insulina por el aumento del tejido graso.

Síntomas

Los síntomas se desarrollan en pocas semanas. Entre ellos los siguientes:

Aumento de sed y micción (polidipsia y poliuria): son causados por la acumulación de azúcar en la sangre, pues al tener una deficiencia en la producción de insulina, esto impide que el azúcar sea transportado dentro de las células del cuerpo para convertirlo en energía. Como consecuencia de ello, el niño puede presentar más sed de lo habitual y orinar con más frecuencia, al momento de eliminar el exceso de azúcar por la orina.

Fatiga o cansancio: cuando las células se ven privadas de azúcar, los pacientes se pueden sentir cansados y fatigados, debido a la falta de energía aportada por la misma.

Hambre: el niño también puede mostrarse con un apetito voraz, e inusual, como mecanismo compensatorio.

Pérdida de peso: No obstante el niño este más hambriento, generalmente pierden peso, y esto es debido a que toda la energía la está eliminando por la orina. Frecuentemente, la pérdida inexplicable de peso es el primer síntoma que se detecta en los niños.

Irritabilidad: comportamiento fuera de lo normal.

Visión borrosa: Si el azúcar en sangre del niño está muy elevada, este será incapaz de ver con claridad, ya que la sangre se vuelve más espesa por la deshidratación.

Infecciones dermatológicas: lesiones comunes en la piel causadas por hongos. Las niñas con diabetes tipo 1 pueden desarrollar una infección por hongos en los genitales, y los bebes pueden desarrollar dermatitis del pañal.

Causas

La causa exacta de la diabetes tipo 1 es desconocida. Muchas teorías existen y las investigaciones realizadas por muchos científicos saben que algún tipo de bacteria y virus destruyen las células Beta, que son las productoras de insulinas en el páncreas. La genética también puede desempeñar un papel importante y la exposición a ciertos virus pueden desencadenar la enfermedad.

Factores de riesgos

En la actualidad, no se conocen factores de riesgos específicos para la diabetes tipo 1, sin embargo, los más asociados a la enfermedad son los siguientes:

Historia familiar: cuando hay algún miembro de la familia tiene diabetes (padres o hermanos) el riesgo de que el niño desarrolle esta condición es ligeramente mayor. La presencia de ciertos genes indica un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 1.

Exposición a ciertos virus: se plantea que ciertos virus tienen la capacidad de inducir al sistema inmune, el cuál reacciona de una manera exagerada, atacando así el mismo cuerpo y causando autoinmunidad. Dentro de ellos : Adenovirus.

Bajos niveles de vitamina D: Investigaciones recientes sugieren que la vitamina D puede proteger contra la diabetes tipo 1 y tipo 2. Sin embargo, la ingesta temprana de leche de vaca una fuente de vitamina D, se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 debido a un insulto de las macro proteínas de la leche en contra de las células beta del páncreas.

 

Complicaciones

La diabetes tipo 1 puede afectar a casi todos los órganos importantes del cuerpo, como el corazón, los vasos sanguíneos, los nervios, los ojos y los riñones. Pero si los niveles de azúcar en la sangre son controlados y se mantienen dentro de los rangos normales, se puede reducir drásticamente el riesgo de complicaciones.

Si los niveles de azúcar en la sangre no son bien controlados, las complicaciones de la diabetes pueden ser menores como infecciones recurrentes hasta la pérdida de extremidades que dejarían al paciente incapacitado e incluso causarle la muerte.

Diagnóstico

Si el médico sospecha que el niño puede tener diabetes, se realizará pruebas específicas para detectarla.

La prueba principal es medir los niveles de glicemia (azúcar) en la sangre; existen estudios como la curva de tolerancia de la azúcar en la sangre y lo ideal es que el paciente este en ayuno de 8 horas. Si el paciente está en ayunas, un nivel de azúcar de 126 mg/dL es considerado diagnóstico. Niveles ≥ 200 mg/dL es diagnóstico automáticamente. No obstante,  para considerar la prueba confiable, la muestra debe ser de sangre venosa y los glucómetros portátiles no hacen diagnostico definitivos.

La hemoglobina glicosilada es un análisis de sangre (hemoglobina glucosilada o HbA1c) donde se muestra un nivel promedio de los niveles de azúcar de los últimos dos a tres meses. En el pasado solo nos ayudaba a chequear si el paciente tenía un buen control con sus medicamentos, pero hoy día se puede usar para diagnóstico de la enfermedad. Los siguientes porcentajes son diagnósticos:

Normal < 5.6%

Pre-diabetes: 5.7 – 6.4%

Diabetes Mellitus: > 6.5 %

 

Tratamiento

El tratamiento para la diabetes tipo 1 es un compromiso de por vida, y es muy importante monitorear los niveles de glucosa (azúcar) varias veces al día: antes del desayuno, antes del almuerzo, antes de la cena y antes de acostarse. Yo les digo, que, aunque la práctica de un pediatra es hasta que el niño tenga 21 años, mi compromiso de educarles les debe durar toda la vida, que debe ser de un promedio de 95 a 100 años.

La diabetes es como los adolescentes, (les hago esa analogía para un mejor entendimiento de lo delicado e importante que es saber el nivel de azúcar antes de las comidas) que se deben chequear constantemente, y frecuentemente con una supervisión muy cercana y de esa manera es muy difícil que afloren las complicaciones, que es nuestro objetivo primordial. Reitero: “es mejor prevenir la diabetes que las complicaciones de la diabetes”.

Hoy en día, contamos con un nuevo dispositivo llamado DEXCOM, y el último modelo G6, que permite chequear niveles de azúcar atreves de un catéter que se coloca debajo de la piel, que se puede cambiar cada 72 horas, y va registrando el nivel de azúcar sin tener que pinchar los dedos.

La insulina es el tratamiento para los pacientes de tipo 1 debido a que ellos han perdido esa capacidad de producir esa importante hormona, pues sin ella no existe la vida. Existe muchos tipos de insulina: de larga duración, que pueden cubrir los niveles de azúcar por 48 horas como la Basaglar o degludec, y la insulina de corta duración, que es la que cubre las comidas (antes de cada comida). Hoy en día existen diversos métodos para administrar la insulina de corta duración como son las pompas (de insulina), las cuáles administran la hormona automáticamente según los niveles de azúcar en la sangre. Esta modalidad se ajusta a un estilo de vida mucho más dinámico y ocupado, ya que permite hacer una vida más normal, sin tener que hacer espacios o detenciones de tu vida normal y cotidiana. También existe el páncreas artificial; aunque su nombre denota que sería como un páncreas natural, realmente no trabaja a similitud al páncreas biológico. Es un dispositivo, no un órgano que requiere de un sistema de pompas y monitores para llevar la insulina y el glucagón directamente al paciente.

A los niños de diabetes tipo 2, que es la relacionada a un aumento de ingesta de carbohidratos, y una vida sedentaria, el tratamiento es un gran cambio en el estilo de vida: hacer una rutina de ejercicios y un cambio en la alimentación, que debe ser supervisada directamente por los padres (progenitores), y ese cambio en el estilo de vida debe ser llevado a cabo por toda la familia. Además, medicinas de tipo oral como es la Metformina. Hoy día hay nuevo tratamiento, más directos y específicos a ayudar a la obesidad, pero es solamente para los mayores de 18 años, como son las incretinas.

Una alimentación saludable 

No existe una dieta estricta para los diabéticos. El niño deberá comer muchas frutas, verduras y granos enteros, aquellos alimentos que son altamente nutritivos y bajos en grasas y calorías. El nutricionista o el pediatra sugerirán que toda la familia evite consumir productos animales y dulces. Los alimentos azucarados se pueden consumir eventualmente, si el médico así lo autoriza.

Actividad Física

El ejercicio físico es importante para todo el mundo. Si su hijo tiene diabetes motívele a practicar cualquier actividad (como brincar la cuerda o hulla hui). La actividad física reduce el azúcar en la sangre y esta disminución puede tener efecto hasta 12 horas después del ejercicio. Por eso, es probable que tenga que reducir la dosis de insulina antes de que realice una actividad física inusual, o bien, el niño puede comer algo antes del ejercicio.

Prevención

No hay muchas cosas que se pueden hacer para prevenir la diabetes tipo 1, debido a que esta es una enfermedad con componente genético-autoimmune. No obstante, algunos expertos sugieren que una prevención primaria puede empezarse con la lactancia materna, evitando la alimentación artificial, que en ocasiones es rica en azúcares los cuáles son innecesarios en esta etapa. Al contrario, la diabetes tipo 2 es prevenible hasta cierto punto con dieta y ejercicios, lo que disminuye la resistencia a la insulina, y permite al cuerpo asimilar de mejor manera los azúcares.

Es esencial que los más pequeños de la casa, y en general, toda la familia, lleven una alimentación saludable y realicen ejercicio físico de forma regular. Una vida sedentaria y la mala alimentación no ayudaran a prevenir ni la diabetes ni cualquier otra enfermedad.

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